El punto de inflexión temporal estará marcado por los acontecimientos mundiales tal como están escritos. Pero la naturaleza espiritual del ser humano es la causa de todo lo que sucede. Los acontecimientos terrenales no sólo son el efecto de la decadencia espiritual, es decir, la regresión espiritual determina todos los acontecimientos que suceden en la Tierra porque todos los humanos tienen que sufrir para lograr una posible mejora en su estado espiritual. Y en la miseria y tribulación que está afectando a la Tierra, en las atrocidades que son perpetradas por los humanos, en la tremenda destrucción en la que también se expresa la voluntad humana tenéis que reconocer la baja espiritual y por eso ahora cuidar que esto primero debe remediarse antes de que puedan esperar que los acontecimientos y condiciones terrenales se desarrollen en formas que sean tolerables para vosotros.

El sufrimiento sólo puede disminuir si cada humano se esfuerza por encaminar su vida por caminos agradables a Dios, si se esfuerza a trabajar en sí mismo y en su alma y está dispuesto a llevar una vida amorosa. Sólo entonces la tribulación terrenal disminuirá y habrá mejoría. Los últimos días ha llegado y este ya no durará mucho más; ya no se puede esperar un florecimiento espiritual en esta Tierra, porque la humanidad no reconoce la baja espiritual en la que vive y por lo tanto no va a cambiar. Y, sin embargo, el individuo debe esforzarse por salvarse a sí mismo y a su alma antes de que llegue el fin.

El individuo muy bien puede emprender este cambio espiritual en sí mismo, sólo necesita querer aumentar en conocimientos y cumplir su propósito en la vida terrenal, sólo necesita no oponerse completamente a Dios siendo accesible a las instrucciones que le lleguen, transmitidas por mensajeros de Dios, y será ricamente recompensado con la gracia divina, porque la ayuda de Dios es segura para todo aquel que piensa correctamente y sólo tiene la voluntad de acudir a Él.

Y es por eso que Dios ha señalado repetidamente el fin de los tiempos a través de videntes y profetas. Ha llamado la atención de los humanos acerca de las señales para que el individuo sospeche, reconozca la verdad de lo escrito y ahora también tome en serio todo lo que se le transmite de enseñanzas a través del amor de Dios. Porque cada uno es responsable de sí mismo; y aunque el mundo entero perezca y se hunda, el individuo puede salvarse de ello, él podrá escapar del juicio, que es inevitable porque puede decidir sobre sí mismo, porque puede tomar el camino hacia Dios siempre que su voluntad lo impulse a hacerlo. Y su voluntad es libre … puede inclinarse hacia Dios tan bien como puede apartarse de Él …

Y por eso los humanos deben reconocer en las señales el fin de los tiempos, el gran peligro en el que se encuentra su alma si no se cambia antes de que haya llegado el fin. Por eso Dios no especifica un tiempo preciso para que el humano comience inmediatamente la transformación en sí mismo; Es por eso él es afectado por el sufrimiento y la tribulación, para que se vuelva reflexivo para que se le pueda dar la oportunidad para llegar al conocimiento. Porque sólo el humano pensante puede ser instruido; de lo contrario, toda instrucción simplemente se desvanecería en sus oídos …

Sólo faltará un corto tiempo para el final, pero este tiempo aún se puede aprovechar bien si el humano toma en serio el logro de su objetivo. Puede progresar muy rápidamente, puede aprovechar las crecientes gracias de los últimos tiempos y así madurar en un tiempo mucho más corto, pero tiene que esforzarse diligentemente y anteponer su desarrollo espiritual a todo esfuerzo terrenal. Debe trabajar sobre sí mismo si cada día fuera llamado a abandonar la Tierra; debe confiarse a todas las fuerzas buenas y dejarse, por así decirlo, guiarse por ellas; Debe ser devoto de Dios con profundo amor y extraordinariamente amoroso hacia el prójimo. Entonces también podrá evitar el castigo para sí mismo en la medida en que pertenece al grupo de los elegidos que serán arrebatados antes del fin …

A innumerables seres humanos se les presenta su estilo de vida equivocado, se les dice que el fin se acerca, pero no prestan atención a los avisos, y el final les sorprenderá, porque no prestan atención a las señales del tiempo. Sólo están orientados terrenalmente y no están abiertos a ninguna instrucción espiritual. En consecuencia, no les preocupa su salvación espiritual porque niegan una vida después de la muerte. Y estos son los que acercan el fin, que están tan atrasados espiritualmente que más bien se puede hablar de una regresión que de un estancamiento, y que por tanto dan la causa inmediata para una transformación de la superficie de la Tierra.

Dado que no establecen ninguna conexión con las fuerzas buenas, está abiertos al obrar de las fuerzas malas cuyo objetivo consiste en alejar esas almas de Dios. Y estas fuerzas tienen éxito, porque todos los pensamientos y aspiraciones humanas sólo consisten en el aumento de las posesiones terrenales, el bienestar del cuerpo y los placeres y gozos mundanos. Y es por eso que esta Tierra deja de existir en su forma actual, y aunque los humanos mismos no están directamente involucrados en su destrucción, sin embargo son la causa de ella, porque su estilo de vida contradice completamente a la voluntad de Dios, y es por eso que ha llegado el tiempo que acaba con sus vidas …

Amén